sábado, 28 de septiembre de 2013

102.- NACIMIENTO, INFANCIA Y ADOLESCENCIA DE JESÚS

La Biblia no es una biografía de Jesús, ya que es muy parca en noticias y sólo recoge algunos acontecimientos, que son los que voy a referir, haciendo caso omiso de los datos que nos han llegado de fuentes apócrifas:


Genealogía: “Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham …y Jacob engendró a José, esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo” (Mt 1,1-16)
José “hijo de David” (Lc 1,20), como esposo de María, transmite a Jesús el título de “hijo de David”.
Yavé concedió a David la perpetuidad de su dinastía. “..suscitaré a tu linaje, después de ti, el que saldrá de tus entrañas y afirmaré su reino. Él edificará casa a mi nombre y yo estableceré su trono por siempre” (II Sa 6, 12-13).
Esta promesa va ligada a la bendición de Jacob a Judá, la permanencia del cetro en las manos de Judá hasta que venga Aquél al que se destina (Gen 49,8ss). El profeta Miqueas declara el sentido mesiánico de esta promesa (Miq 5,1s), y su voz resuena en el Evangelio cuando llama al Mesías “Hijo de David”: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mt 21, 9)
Concepción: “La concepción de Jesucristo fue así: Estando desposada María, su madre, con José, antes de que conviviesen, se halló haber concebido María del Espíritu Santo” (Mt 1,18)
Desposada: Hoy es general la opinión de que se trata de simples esponsales, que los judíos distinguen perfectamente del matrimonio propiamente dicho. Dos jóvenes se consideran desposados cuando se han comprometido oficialmente con vistas a un futuro matrimonio. El matrimonio tiene lugar cuando el esposo recibe, en su casa, a la desposada. Es el acto ritual llamado “reunión” de ambos, es decir, el principio de la cohabitación.
Esto explica perfectamente el relato evangélico: José y María vivían cada uno en su casa y, antes de convivir, José se do cuenta del embarazo de María “por obra del Espíritu Santo” (Mt 1,20). "José hizo como el ángel del Señor le había mandado, recibiendo en casa a su esposa" (Mt 1,24)
Aquí “Espíritu Santo” no se refiere a la tercera persona de la Trinidad, sino a la acción divina por la que el evangelista quiere indicar que se trata de una concepción sin concurso de varón. La idea queda recalcada con el cumplimiento de la profecía: “He aquí que una virgen concebirá y dará a luz un hijo..” (Mt 1,23)
Nacimiento de Jesús: Lo narran solamente dos evangelistas.
San Lucas: “Aconteció, pues, en los días aquellos que salió un edicto de César Augusto para que se empadronase todo el mundo… e iban todos a empadronarse, cada uno en su ciudad. José subió  de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, ala ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David., para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Estando allí, se cumplieron los días de su parto y dio a luz su hijo” (Lc 2, 1-7)
San Mateo: “Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá, en los días del rey Herodes” (Mt 2,1).
Al nacimiento de Jesús le sigue una serie de acontecimientos narrados por los evangelistas:  
1.- La revelación del nacimiento a unos pastores (Lc 2, 8-12).               
2.- El coro de ángeles  que cantan “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad” (Lc 2,14).   
3.-  La llegada de unos magos que quieren adorar al rey de los judíos que acaba de nacer (Mt 2,1-2)
4.- La huída a Egipto de José; María y el Niño (Mt 2, 13).                    
5.- La matanza de  los inocentes (Mt 2, 16)
La Circuncisión de Jesús: La Ley en el AT: “El octavo día será circuncidado el niño” (Lev 12,3) El cumplimiento de la Ley en el NT: “Cuando se hubieron cumplido los ocho días para circuncidar al Niño, le dieron el nombre de Jesús” Lc 2,21                 
El momento de la circuncisión tuvo que suceder antes de la huída a Egipto, narrada por San Mateo.
La circuncisión es signo de pertenencia al pueblo judío y, además es un rito religioso ordenado por Yavé: “Dijo Yavé a Josué: Hazte cuchillos de piedra y circuncida a los hijos de Israel” (Jos 5,2).          
A los cuarenta días tuvo lugar la Purificación de María (Lc 2,22), según lo prescrito, Lv 12,1ss y la Presentación del Niño en el Templo, según imponía la Ley (Ex 13,2ss)
Con ocasión de la Presentación del Niño acaeció el encuentro con el anciano Simeón (Lc 2, 25ss) y con la profetisa Ana (Lc 2,36ss).
La circuncisión y la presentación en el templo indican que la Sagrada Familia pasó un tiempo indeterminado en Belén durante el cual tuvo lugar la llegada de los magos y la matanza de los inocentes. Para evitar que el Niño Jesús fuese matado por los esbirros de Herodes, la Sagrada Familia huyó a Egipto.
"El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al Niño y a su madre y huye a Egipto, y estate allí hasta que yo te avise, porque Herodes (1) va a buscar al Niño para matarlo" (Mt 2,13)
De Egipto a Nazaret: “Muerto Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño y a su madre y vete a la tierra de Israel… yendo a habitar en una ciudad llamada Nazaret”
(Mt 2,19-23)
Conocemos muy poco de la infancia y adolescencia de Jesús. San Lucas escribe: “El Niño crecía y se fortalecía lleno de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él” (Lc 2,40).
Viaje a Jerusalén:Sus padres iban cada año a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando era ya de doce años, al subir sus padres, según el rito festivo, y volverse ellos, acabados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo echasen de ver” (Lc 2,42-43)         
Para la vuelta, se unen los del mismo pueblo o familia; la costumbre impone que las mujeres vayan separadas de los hombres, los niños pueden viajar con cualquiera de los grupos. Así se explica lo sucedido. “Al cabo de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndolos y preguntándoles. Cuantos le oían quedaban estupefactos de su inteligencia y de sus respuestas” (Lc 2,46-47)
Los doctores enseñaban y los oyentes, sentados en el suelo, escuchaban sus lecciones. Jesús está sentado, como uno de tantos, pero con sus preguntas y respuestas desvela su sabiduría, haciendo pensar a los Doctores sobre los sentidos de las Escrituras.
En cuento a su permanencia en Jerusalén, sin advertirlo sus padres, nos induce a pensar que ya quiso empezar a cumplir la voluntad de su Padre celestial, sin atender a las de sus padres humanos. Fue un trance doloroso para ellos, y también un rayo de luz que les iluminaría sobre el misterio de la vida de Jesús.
“¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es preciso que me ocupe en las cosas de mi Padre? Ellos no entendieron lo que les decía” (Lc 2,49-50 En un principio, estas preguntas de Jesús pueden causar cierto asombro, pues, en vez de aclarar el motivo de su conducta, más bien quieren dar a entender que él tiene conciencia  de su filiación divina y, por tanto, que debe ocuparse de las cosas de su Padre.
De Jerusalén a Nazaret: “Bajó con ellos y vino a Nazaret” (Lc 2, 51)
   
Adolescencia de Jesús 
Los Evangelios resumen este periodo de la vida de Jesús a unas líneas: “Les estaba sujeto y su madre conservaba todo esto en su corazón. Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia ante Dios y ante los hombres” (Lc2,31-32)


Les estaba sujeto: Jesús, el Hijo de Dios, pasa la mayor parte de su vida obediente y sumiso a sus padres humanos, José y María; les oculta su divinidad y, mientras crece en edad y en sabiduría, les ayuda en los trabajos domésticos.   
María, conocía en penumbra el misterio que portaba su hijo, fiel a lo prometido: "hágase en mi según tu palabra" abandonada plenamente a la voluntad de Dios, seguía la evolución de su hijo y "conservaba todo en su corazón" Lc 2, 51) 

(1)Se trata de Herodes I el Grande, primer rey de la dinastía herodiana.                                                 

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